noviembre 28, 2008

AREQUIPA

Arequipa es una ciudad colonial, bellísima, patrimonio de la humanidad como muchas otras que hemos conocido. Pero tiene un atractivo único: el Convento de Santa Catalina.


Es el sitio en donde las criollas fresas se encerraban a ser monjas. Sus padres pagaban una dote como si casaran a la hija con Jesucristo, y la mandaban encerrarse a rezar allí para toda la vida. Una vez ingresando a ese lugar, no salían jamás. Dentro, tenía cada una una confortable casita con jardincito, sirvientas y todo.


Lo increíble es que siguió funcionando así, intacto, hasta hace unos 40 años que el gobierno recuperó el inmueble, lo restauró y dio a conocer al mundo.


Scary, huh?

1 comentario:

Anónimo dijo...

huuuuuuuuuuuuuuy pobres chicas... enclaustradas y sin haber amado nunca jeje.... WIRO TE AMO ESPERO VERTE PRONTO