GUARE EXTREMA

Bolvia es punto y aparte.

Pobrecillo país, ha sido víctima de abusos por parte de españoles, chilenos, peruanos, brasileños y ahora por sus evo-lucionados dirigentes. Es el país más pobre de Latinoamérica, y se nota.

Las carreteras han sido, por mucho, las peores del viaje, y salir de Bolivia rumbo a Chile nos ha hecho pasar estrés, cansancio, intriga. Cuando vimos que la carretera que une a Potosí con Uyuni era una terracería polvosa llena de piedras y hoyos, no imaginamos que de allí a la frontera sería mucho peor: cruzar 3 salares donde no hay carretera, adivinando en el suelo de aquellas pampas bolivianas las huellas que dejaron otros autos al pasar por ahí, y dejando de tanto en tanto a la suerte cuál de las 2, 3 o 5 pisadas que salían de la ruta que llevábamos debíamos seguir. Sin GPS, nuestra única herramienta fue la brújula que me regaló mi padre hace unos años. Afortunadamente sé utilizarla.

Nunca nos sentimos más emocionados por entrar a un país, y este sentimiento tenía un significado doble: no sólo era adentrarnos a la mayor potencia económica en latinoamérica, sino salir de la peor, que harto estrés nos costó.

La Guare fiel a la causa, como siempre. Se atascó, se quedó sin batería, se le cayó la puerta lateral, se zafaron cables, se quedó sin frenos, respiró los últimos vapores del tanque de gasolina antes de que pudiéramos llegar a una bencinería, se empolvó completa por dentro y por fuera, pero no nos dejó.

Ahora, en territorio Chileno, nos sentimos a salvo.